Reviste especial interés geológico porque permite el desarrollo y comprobación de la hipótesis de extinción masiva por impacto de un meteorito al final del período Cretácico
La Región cuenta con tres Monumentos Naturales: las Gredas de Bolnuevo (Mazarrón), el Monte Arabí (Yecla) y la Sima de la Higuera (Pliego)

La Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente ha iniciado los trámites para declarar la Capa Negra, en Caravaca de la Cruz, como Monumento Natural “por la singularidad de los procesos que han configurado este espacio natural, así como por la peculiaridad y rareza de su sección estratigráfica y la belleza de esta formación geológica”, explicó el director general del Medio Natural, Fulgencio Perona. Este primer paso lo publica hoy el Boletín Oficial de la Región de Murcia.

Perona recordó que la Región cuenta hasta la fecha con tres monumentos naturales: las Gredas de Bolnuevo, el Monte Arabí y la Sima de la Higuera, que son “espacios o elementos de la naturaleza constituidos básicamente por formaciones de notoria singularidad, rareza o belleza, que merecen ser objeto de una protección especial, como lo son también los árboles singulares y monumentales, las formaciones geológicas, los yacimientos paleontológicos y mineralógicos, los estratotipos y demás elementos que reúnan un interés especial por la singularidad o importancia de sus valores científicos, culturales o paisajísticos”.

El espacio de la Capa Negra tiene una extensión de casi 24 hectáreas, cuenta con una gran proyección internacional respaldada por numerosas investigaciones, publicaciones y presentaciones científicas, y ha sido catalogado como lugar de especial interés geológico dentro del proyecto Global Geosites de la Unión Internacional de las Ciencias Geológica, con el patrocinio de la UNESCO.

El corte de la Capa Negra de Caravaca de la Cruz es una de las secciones del límite Cretácico/Paleógeno más importantes del mundo, al tratarse de una sección clave en el desarrollo y comprobación de la hipótesis de extinción masiva por impacto de un meteorito.

El impacto de un gran meteorito a final del Cretácico (hace 66 millones de años) está muy bien documentado en muchos puntos distribuidos por todo el mundo (más de 200 localidades), pero los cortes marinos más continuos y ricos en microfósiles están en España (Zumaya, Agost y Caravaca de la Cruz) y Tunicia (Aïn Settara, El Kef y Elles).

En las tres secciones españolas se registran evidencias indirectas de la colisión del meteorito, como el enriquecimiento de iridio o la presencia de partículas esféricas y granos de cuarzo deformados. Sin duda, otro de los aspectos más importantes de estos lugares es que ofrecen un registro muy continuo de foraminíferos planctónicos, especialmente en la Capa Negra de Caravaca de la Cruz, lo que permite hacer muestreos de alta resolución y demostrar la coincidencia entre el nivel de impacto y el de extinción. Esto no ocurre, por ejemplo, con los dinosaurios, ya que al encontrarse en terrenos continentales las evidencias de impacto no están tan bien conservadas y además tienen un registro fósil muy poco continuo.

Fuente: Prensa CARM